domingo, 3 de abril de 2011

Reconstrucción

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En medio de un absoluto y turbador caos, levanto la vista por encima de pilas de centenares de libros y observo la gran librería blanca, desnuda.

Sorprendido, compruebo que sería fácil acostumbrarme a este nuevo paisaje, cada vez más atrayente. Quizás aceptaría la invitación a esa ancestral forma de vida. Otros lo han hecho, siendo poseídos por distintas suertes de guerras interiores. Y como ellos, engrosar la partida de guerrilleros añorantes, incapacitados para llevar una vida anodina; cualquier otra que no contenga en su seno el mayor de los caos.

Puede que para intentar reconstruir algo quizás lo mejor sea dejarlo fluir, si es que tiene algún sentido intentar poner orden en un universo que constantemente nos demuestra lo pasajero de nuestros empeños. Nada parece cierto, sino el dulce caos de tantos libros, fotografías y recuerdos, liberando de nuevo sus secretos, recuerdos casi olvidados, verdadera nueva mudanza del alma.

Poco a poco todos los estantes volverán a su sitio asignado, y con ellos la reconstrucción del mundo conocido, ordenado y previsto. Ilusión a plazo fijo que nos ayudará a vivir y a dormir nuestras vidas. Mientras, ahí afuera el caos esperará agazapado, hasta su próximo, inevitable y secretamente deseado regreso.



6 comentarios:

  1. Recuerda, el caos no es el desorden .... el caos es un orden que no entendemos ....
    Los átomos se mueven de manera caótica, pero .... no chocan, luego hay un orden ¡impresionante! .... el "macro-orden" ese que tanto me cuestan entender .... porque está hasta en el fondo de mis células ....

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  2. Posiblemente por eso, Juana, sea algo que nos atrae tanto...

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  3. Hola Ricardo,
    a lo largo de una vida seguro que hay varios caos sobre todo en el alma y aunque los cambios sean duros no queda otra que volver a poner orden una y otra vez para tirar hacia adelante, aunque los recuerdos siempre tendran lugar en esa estantantería pero se pueden colocar en la parte más alta y al fondo, estarán ahí pero no se verán constantemente ni estorbarán
    un abrazo
    Bego48

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  4. La realidad tal como la conocemos es imparmanencia, e intentar "ordenarla" según nuestros deseos una falacia.
    Saludos.

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  5. Lo defines magníficamente bien: tratar de organizar el caos es una ilusión que nos concede una seguridad ficticia y precaria. La misma seguridad que tenemos al saber que tras la noche llegará el día o que las horas avanzarán sin detenerse. Pero ordenar físicamente los recuerdos, no impide que nos asalten de nuevo en cualquier momento. Y reconstruir la vida bajo las cómodas pautas de la rutina no evita que algo nuevo estalle en cualquier momento para resucitar el caos.

    Convivimos con los recuerdos inevitablemente, porque los llevamos dentro, aunque tratemos de esconder el objeto que los evoca en el hueco más profundo. Y nos sentimos vivos precisamente porque, en un solo instante, la vida nos puede regalar la atracción de un caos de pasiones renovadas, retos imprevistos, y deseos interminables. Afortunadamente.

    No es posible ocultar en el último estante que vivir es balancearse en un apasionante equilibrio entre el riesgo y la seguridad, los sentimientos y la nada.

    Un abrazo. Mara

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  6. Que cantidad de provocación nos trae la vida!!!
    El orden - El caos- la búsqueda incansable de uno y de otro.
    Yo creo que es la demanda de limpieza, de hacer sitio para cosas nuevas que la vida nos tiene preparadas.

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