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El sobresalto llegó a la fortaleza con las primeras luces del día.
Un coro de voces angustiadas proclamaban la terrible evidencia:
"¡Lo han conseguido, han entrado!"
Mientras avanzaban el pánico ya se había instalado a su alrededor en forma de protocolos, órdenes, llamamientos y alarmas.
Pero cuando llegaron ante la brecha, súbitamente alguien comprendió:
"No, no han entrado, sólo nos indican cómo salir de aquí."
Fotografía de Alfonso Hidalgo Bau
El miedo o el valor siempre entran por la misma puerta: la que nosotros dejamos abierta. Hay que comprender lo que tenemos dentro, lo que dejamos fuera, y tal como cuentas, la forma en que recibimos lo que otros nos traen: amenaza o solución...
ResponderEliminarAsí lo interpreto, pero da para reflexionar...
Una forta abraçada :)
Como bien dices Mara, somos nosotros los que abrimos o cerramos puertas. Depende de nosotros lo que permitamos que entre... o salga.
Eliminarabraçades!!
Vivir a la defensiva no es bueno, aunque Mara lo dice más bonito :-)
ResponderEliminarAbrazos!!
Por supuesto, vivir a la defensiva en el fondo no es vivir...
EliminarGracias Isabel!