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Lo cierto es que le he tomado costumbre a estas vistas, a éste mi nuevo estado.
No creo que sea cosa del paisaje precisamente, los conozco mejores, no muy lejos de aquí. Tampoco el banco de piedra sobre el que paso las horas es de lo mejor. La humedad y la sal suben por la piedra pulida, invadiendo todo mi cuerpo, pretendiendo hacerme parte de él.
Pero nada de esto me importa, porque sé que estoy a punto de asistir a algo importante. Lo siento en cada embate de la marejada contra las viejas piedras que se alzan frente a mi.
A estos acantilados y este mar los recuerdo de toda la vida. Podría describir cada recodo, cada una de sus aristas cortantes, cada grieta y cada lapa que los habitan. También conozco este mar de aguas frías, los golpes de sus olas, largos, profundos, duros. Ambos me acogieron en retos de juventud, en lo más cálido de algunos veranos. Pero de un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que nada en ellos es como antes.
Las paredes de espuma no ascienden igual tras el estampido de la ola furiosa, no suena como antes la roca desgajada al caer, ni reconozco el vaivén verde y azul de las mareas, todo está cambiando...
O puede que no sea sino que yo los he comprendido al fin, mientras poco a poco me fundo en la piedra de este banco, contemplando el paisaje a la orilla de éste, mi océano.
Fotografía de Alfonso Hidalgo Bau
Cómo me gusta la idea de pensar que algún día comprenderemos lo que nos rodea, todo lo que nos es propio. Que lo contemplaremos, entendido al fin, tal como somos con nuestro propios cambios...
ResponderEliminarInmenso post, como el océano... ;)
Abraçades
Comprendemos mejor todo cuando nos paramos a observar, con atención. Corremos demasiadas veces mas de la cuenta...
EliminarGràcies!
Del mar y del a-mar...Si al comprender se pierde la magia entonces prefiero vivir sin entendimiento ni explicaciones para ser por siempre bañada de esas pasiones.
ResponderEliminarIntensa.
Para mí comprender puede significar hacer surgir la especial magia sutil de lo que estaba oculto, justo ante nuestros ojos y no éramos capaces de ver. Eso sería un baño especialmente delicioso...
EliminarPara puntos de vista....puntos de encuentro. ;-) Gracias!
EliminarY feliz de que así sea! Gracias a ti :))
EliminarSi todo cambia es que se mueve. Las mareas influyen en nuestra vida, nuestro pensamiento, se alejan y vuelven.
ResponderEliminarTodo ese océano sigue igual, volverás a tener las mismas sensaciones cuando menos te lo esperes.
Un beso
Todo sigue igual si asumimos que todo es cambio... gracias, Blanca.
EliminarBesos
Cuanto tiempo! Lo siento, no es el mejor momento de mi vida.
ResponderEliminarHermoso tu relato y hermosa la mar que has descrito.Como la entiendo!!! Sus cambios, su rebeldia y voracidad, igual que el ser humano, pero esa es mi mar no la tuya . Bravo Ricardo !!!
Cierto, cada mar es distinto y tiene sin duda su personalidad, lo mismo que las gentes que viven en sus orillas.
EliminarMuchas gracias!