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No sintáis pena por mi.
Pues lo he tenido todo; pude sentir la hierba creciendo bajo mis pies y pude tocar el cielo.
Ahora tengo todo el mar, toda la arena y toda la sal. Ahora son míos los días y las noches.
Aquí os espero, aquí os encontraré.
Fotografía de Alfonso Hidalgo Bau
Bellas palabras y una imagen evocadora. Son como la conciencia en calma del que reconoce la felicidad cuando pasa a su lado y, al final, se queda donde todo la representa. Como en esos versos de José Hierro que sabes que significan tanto para mí:
ResponderEliminar"Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca..."
Y de fondo, las olas sonando a "Mediterráneo":
"A mí enterradme sin duelo, entre la playa y el cielo..."
Aquí y allí, nos encontraremos ;)
Abraçades!
Si alguna melodía debe acompañar a este texto y a este paisaje, sin duda sería la que has evocado, Mara.
EliminarGràcies1000!
Me gusta el camino del mar para encontrarnos.
ResponderEliminarUn beso
Si todos los ríos van a parar al mar, entonces es lógico que sea un buen lugar de encuentro...
EliminarGracias Blanca, beso de retorno!
La serenidad, la paciencia y la seguridad que solo otorgan los años.
ResponderEliminarHermoso!
Te invito a leer La Ola... Un poco de ello ...
http://chocoscuro.blogspot.com/2012/07/la-ola.html
Como siempre digo MAR y AMAR...siempre acaban igual ;-)
Intensa
Como en tu ola, todo lo que ocurre a orillas del mar tiene algo de profundo y atávico... cierto, si acaban igual, forzosamente no es por casualidad
EliminarGracias!