jueves, 27 de enero de 2011

La India de Nuria

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A veces se reciben mensajes de amigos llenos de sentido, como éste que hoy quiero incorporar a mi blog. Con el permiso expreso de mi compañera y amiga Nuria Moreno. Viajera y enamorada de la India:


"Ha sido el viaje mas duro de toda mi vida, habida y por haber. Júrolo, por todo lo que hay y existe.Hice la mitad de la india del sur en 24 días. Exactamente tal y como nunca se debe hacer. Vimos sitios preciosos, templos llenos de vida y devoción, un espacio fuera del tiempo, lleno de velas, inciensos, ghee, guirnaldas de flores, colores, dulces ofrendas a los dioses. Apenas escuchamos música, pero no dejamos de oír cantar, los 108 nombres de dios, cantos védicos, om namah shivaya, shivaya namaha...

Vimos miles de peregrinos caminar descalzos durante días con sus largos lunghis y torsos al aire pintados de colores. Todos marchaban contentos. Vimos el amanecer y el atardecer sobre roca y mar y muchas veces todos los días eran ya domingo y no entendíamos cómo. Caminamos por plantaciones de te, escuchamos relatos de dioses, vimos proyectos humanitarios, parajes tropicales, verde rama, rojo tierra, naranjas, amarillos, el claro azul del cielo y el azul profundo del mar, de los océanos, de ríos y canales, algunos no tan azules.

Aire, tierra, agua, fuego. Nos llenó el alma la sonrisa de los niños y las mujeres, el brillo de todos esos ojos negros que nos encontraron, no deja duda sobre la pobreza de este país, por mucho que muchos la quieran ver por todas partes, no es tal. Caminamos y peregrinamos por montañas sagradas, no vimos elefantes, aunque sí los buscamos, hicimos muchas horas, de tren, de autobús y de taxi, y ninguna de metro. Nada es rápido en la India, salvo el paso del tiempo. Cuando no es suficiente, o sea, hasta ahora, siempre.

Conocimos pocas personas aunque vimos un porrón. 1100 millones son. Quizás mientras os escribo ya son unos pocos cientos más. Les miramos fijamente y ellos nos miraron fijamente, mucho más. Nunca sabremos quién mira más a cuál!

Vimos la toilet matutina en el río de cientos de indios a la vez. Menudo jolgorio. Los indios nunca están solos. 1100 millones son, y ni uno solo deprimido. Comimos sano y delicioso y no perdimos ni un kilito, ni medio, ni cuarto. Nos dio estreñimiento y cagalera por igual. Lo escatológico no te abandona por un momento allá. Vimos playas, palmeras, y cientos de mujeres enfundadas en saris de todas las gamas de colores y posibles combinaciones, y ni uno solo igual.

Traigo llenos los ojos, los sentidos y vacío el bolsillo, la India se ha encarecido... Me dejé mi calma y mi paz, allá donde todo el mundo la va a buscar. Y sin embargo, volví más llena, ¿de qué?, aún no lo podría desentrañar. La India, mi India querida... India te quiero, te quiero India."


        Texto y fotografía de Nuria Moreno

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