Hemos sido forjados sobre el mismo metal inerte.
El duro martillo te enseña al caer sobre ti que él también aprendió a ser martillo del mismo modo.
Hierro y fuego, agua y vapor. Ellos dicen que es el ciclo natural de las cosas...
Puede que al principio te duela, puede que lo sientas. Hasta que seas finalmente maleado. Entonces todo cambiará, porque el trabajo contigo ya estará hecho: serás nuevo, flexible y endurecido, y ya no lo sentirás. No al menos como antes.
No olvides que el que resiste siempre es el que también se dejó malear. Al principio.
Será bueno que recuerdes bien todo lo aprendido cuando todo empiece y seas tú el que golpee, el que deba forjar un mañana. Sin dudar, sin que te duela por ti, o por ellos, pues es el ciclo natural de las cosas.
Fotografía de Alfonso Hidalgo Bau (más de su obra)