No hizo falta que ocurriera nada en especial, fue tan sólo la suma de los días.
La suma había pasado a ser resta, las cuentas ya no salían.
Pero poco o nada importaba cuando del todo o la nada hablaban.
En el balance se fueron añadieron las semanas, los meses; el tropel de todas las horas de sus cuentas mal cuadradas.
De este modo ya nada cambiaría.
Entre ladrillo y asfalto o a la orilla de este río.
Bienvenidos al exilio.
Fotografía de @Mara_BC