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Cuento nocturno escrito a cuatro manos por Blanca y Ricardo
Se asomó entre los visillos para mirar otra vez a la terraza de su vecino. El edificio estaba muy cerca y sabía los horarios que tenía. Llevaban meses dirigiéndose miradas furtivas. Le gustaba, aunque era más mayor que ella. Él salía a la terraza a fumar y clavar sus ojos en ella sin ningún pudor.
Hoy ha sucedido algo porque no entra y enciende otro cigarrillo. Decide con un gesto, levantando su mentón, armarse de valor para retarle. Ha ido hacia la habitación que da a la terraza desde la cual él vigila sus movimientos y ha empezado a desnudarse, lentamente, sabiendo que sus ojos le seguían.
No tenía muchas oportunidades de lucir la ropa interior que le habían regalado para su cumpleaños. Una nota iba con el regalo:
"Que estas prendas llenas de glamour sirvan para una noche de pasión"
Y allí seguía él, observándola, inmóvil. Devorando la distancia con sus ojos y con su mente. Sobre su piel morena restaban únicamente ya las prendas negras que tanto había ansiado contemplar, el secreto regalo que ella había recibido y secretamente aceptado, hacía tanto tiempo ya. El mismo que una noche halló a sus pies, ante de la puerta de su apartamento, con una nota cuyo contenido, ahora bien lo sabía, al fin estaba a punto de cumplirse....
La última prenda negra cayó, fundiéndose en la oscura noche. En ese mismo instante, al otro lado del apartamento, alguien llamó a su puerta.
Vecinos no virtuales y tiempo para saborear despacio...
ResponderEliminarTiempo y vecindad... no hace falta más! Gracias, Isabel
EliminarMuy sugerente ¿continuará?
ResponderEliminarSiempre quise llevarme bien con mis vecinos. En especial con mis vecinas, que son las que se suelen mostrarse más amables. Ahora me doy cuenta de que tengo pendiente algún regalo. Gracias (a los dos) por hacérmelo recordar.
Harás bien en cerrar esos regalos pendientes, ya lo ves... ;) Gracias, José
Eliminar¡Qué sorpresa este cuento a 4 manos! Ricardo y Blanca, una buena combinación para escribir algo tan sugerente que deja ganas de más relato.
ResponderEliminarGracias, Marta! El relato continúa... en tu imaginación :)))
EliminarA quien no le gustaría ser esa vecina de tu relato. Realmente lograste transportarme a esa situación... Me gusto mucho!!! Felicitaciones a ambos!!!
ResponderEliminarGracias por la parte que me toca, Estefanía!
EliminarUna mano misteriosa, llevada por alguna furia incontrolada me ha mandado a otro regalo. Vuelvo porque me apetece y por responder que no quede. ;)
ResponderEliminarDejo aquí mi entrada para agradecer a Ricardo su colaboración en este cuento y porque no se me cae ninguna prenda por hacerlo.
Un placer, amigo, haber compartido unas palabras para unirlas en un post.
Besos
Un placer compartido, Blanca. Muchos se han prendado del relato, por lo que se demuestra que las mejores historias surgen muchas veces de la forma más improvisada.
EliminarBesos!
Es una historia que me suena.... soy la vecina del relato.. viviendo encuentros furtivos con él...nunca podrá traspasar mi puerta.. yo tampoco la suya.
ResponderEliminarSugerente lineas que invitan. Muchas gracias
Seguro?? Como en la historia, tu invítale a ver que pasa...
EliminarGracias por tu comentario!