Vuelvo a los lugares de siempre, mientras me adentro en la penumbra de los días.
Ya no queda nadie. La fiesta terminó hace tiempo.
Extraños vestigios crepitan bajo mis pies: ecos de un futuro olvidado.
Las cáscaras vacías de los otros nunca suenan igual.
Hoy las almendras son amargas.
¿Cuándo empecé a pisar cáscaras vacías?