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Por primera vez los astrónomos han encontrado en un cometa la misma firma química del agua del océano. Ahora sabemos que uno de esos pedruscos itinerantes llamado Hartley 2 viaja llevando consigo agua marina.Los estudiosos del cielo dicen estar sorprendidos, pues todo apunta que mucha de nuestra agua pudo haber venido de muy lejos, en mucha mayor cantidad de la que nunca imaginaron.
Sin embargo, por algún motivo todo lo anterior no consigue sorprenderme; pues siento que siempre ha habido algo primordial, poderoso y atrayente en el agua de mar. ¿Cuántas veces no nos habremos quedado absortos en alguna orilla, atrapados en la contemplación de la inmensa masa marina, fundiéndose con el cielo? Percibiendo su influjo extraño sobre cada uno de los átomos de nuestro cuerpo. Dominados por la llamada oculta de un vínculo especial y antiguo...
Y si vuelvo la vista atrás, a un día de playa cualquiera de todos los que he vivido, es entonces cuando sé que hasta la más pequeña gota de agua de mar sobre mi piel podría vencer mi razón, y ser capaz por un instante de entender el sentido y la causa de todo lo que me ha puesto en pie sobre este planeta, otra gran roca que navega por el espacio, y en tanto que llena de agua de mar, llena del secreto de la vida.
Mussel Bay: Sudáfrica-Verano de 2010
Un placer navegar por tu espacio. Que linda entrada, con toques de misterio y poesía. No sé por qué, pero a pesar de que me encanta contemplar el mar en un atardecer o en un día lluvioso, prefiero el río, me relaja más. Te sigo. Hasta muy pronto, un abraXo
ResponderEliminarMuchas gracias, Marilyn. Mares, rios... Agua al fin, con todo lo que ello implica, verdad?
ResponderEliminarLa grandeza de comprender que somos inmensamente pequeñitos...
ResponderEliminarIsabel: Así es; tu lo has definido bien. Gracias!
ResponderEliminarPara mi la fascinación de una gota de agua, pequeña y única, está en su poder de reflejar luz, de guardar sensaciones. Pero sobre todo significa que, unida a otras, tiene poder para crear un espacio grandioso que fluye y se renueva. Tal como podríamos hacer todos.
ResponderEliminarUna nada insignificante que nos permite apresar y sentir un todo inmenso.
Comprender lo incomprensible es un esfuerzo interminable que vale la pena, aunque sea en mínimas gotas...
Precioso post :)
Un abrazo. Mara.
Porque siempre queremos saber, pero sobretodo comprender, amiga Mara...
ResponderEliminarGracias!
¿Qué siente una pequeña gota de agua ante el Mar? .... a veces uno se siente así .... y sin embargo "soy el Mar" y lo se.
ResponderEliminarAdoro el gran Mar y eso que nací y crecí en Madrid, mar adentro, pero juro que lo anhelo, incluso de vez en cuando con "locura" ....
Nada es porque sí, Juana... Gracias por tu fantástico comentario
ResponderEliminarRicardo