domingo, 20 de noviembre de 2011

Gaviotas blancas

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Por fin quietas. O así le pareció por un instante. Desde el último extremo del castillo de proa las contemplaba acercarse en la distancia. Gaviotas blancas con las alas inmóviles, extendidas al albur de los vientos. Dejándose llevar una y otra vez hasta su cabeza, escrutando su presencia con ojos redondos y oscuros.

Respiró hondo: había conseguido aquietar la mente, lograr la necesaria claridad de pensamiento. El tan temido momento de la verdad había llegado, pero ahora por fin sabía que pasara lo que pasara no dudaría en hacer lo correcto.

Sintió los centenares de ojos de su gente puestos sobre él, expectantes. Volviendo la vista, divisó las velas ya cercanas de la flota enemiga. Y al fin, dio la orden.


5 comentarios:

  1. Muy evocador y con gran significado, tal como yo lo veo. Podemos pasarnos días o años pensando,incluso toda una vida, pero en un instante se toman las grandes decisiones, más desde el instinto,la intuición y los sentimientos, que desde la razón plena. Creo que lo has escenificado perfectamente. Cuando de repente callan los ruidos que nos confunden y dejan de sobrevolarnos las dudas, los errores pasados, los temores...
    Y desde ese instante definitivo, para mi, lo que queda es asumir la decisión sin arrepentirse después, sentirse libre viviendo con sus consecuencias y jamás ser un rehén de ellas.

    Gran post, como siempre :)

    Un abrazo.

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  2. Buena foto y buena puesta en escena :)
    En Coruña las gaviotas están por todas partes y reconozco que me resultan especialmente inspiradoras. Creo que no hay día que no les haga fotos. Sobre todo en mis rutas en bici. Es una especie de fijación mental.

    Un saludo

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  3. tiene tensión, pegada, vuelo y fuerza
    saludos blogueros

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  4. Yo veo una gaviota así de cerca encima de mí y siento miedo.
    Por eso sé que tomar decisiones cuando algo vuela tan alto y, algunas veces baja para rodearse de otra cosa..
    Me ha gustado mucho y que hayas sabido tomar la decisión más.
    Un beso!

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  5. Blanca, Jose Antonio, Isabel, Mara: Muchas gracias por vuestros comentarios. Las verdaderas decisiones nunca son fáciles, nunca las tomamos sin pensar. Lo malo no es ni siquiera equivocarse, sino no haberlas tomado.

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